domingo, 12 de diciembre de 2010

FUEGO INAPELABLE


Arde en la profundidad de una entraña.

Arde como tristeza de amor.
Arde como infierno prometido.

Como herida salada, como deseo rojo, como eterna esperanza.

Chispa. Llama. Fuego encendido.

Abrasa enroscada en la pasión y achicharra sin piedad a los que suprimen todo lo ajeno.

La libertad es calor y vehemencia. Corre por las venas, arterias de sangre humana, ríos de la madre tierra.

Es inevitable desearla, es inevitable temerle, es inevitable adorarla, cuidarla y engrandecerla.

Es infame negarla, es infame cegarla, es infame encerrarla, apagarla y atarla.

Hay libertades que duran lo que un fósforo, otras lo que una fogata y otras lo que la eternidad de un alma. Solo la atizan o estimulan los espíritus que batallan entre el amor y la discordia.

Leguas de fuego separan a los intrépidos cariñosos y humanamente igualadores de los excitados represivos y los entusiasmados mezquinos.

Ser humano es igual a ser libre. Ser libre es igual a ser valiente.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

EL DÍA DESPUÉS DEL DÍA

Un ventarrón, que corría escapando del estancamiento, abrió en su desesperada estampida la puerta que las manos del tiempo habían cerrado. Fue de golpe, sin presagios, sin un mísero minuto para desempolvar la desconfianza. Y quedó a la vista, tal como se reabre una herida y se dispone a sangrar, lo que había allí escondido.

En esa habitación alguien había guardado hace años los vestigios de una tristeza. Lágrimas de almohada, ilusiones en harapos, vendas para corazones, antifaces para traicionar, fotos de lo que ya no existe, nudos en la panza. Todo en frascos, todo etiquetado, todo en un perfecto orden sin lugar para la confusión.

En un momento de esplendor apagado habían sido el equipaje del alma de una mujer fragmentada. Una que antes de fugarse tuvo que quemar las promesas del repentinamente desconocido. Una que se arrastró por caminos llenos de incertidumbre, se alimentó de lo que encontraba, se adaptó a los climas que le tocaban en suerte hasta el día que encontró aquel lago. Ese fue el primer día, después del día de todos los días, en que se permitió apoyar el equipaje en el suelo. Viendo que estaba liviana se movió casi sin pensar y corrió a la orilla. Vio su reflejo en el agua y se reconoció por fin. Era otra y la misma. Era la misma pero mejor. Construyó paredes, talló una puerta y guardó todo lo que estaba en su equipaje en ese recóndito gran cofre. Echó el candado. Y se echó a andar.

No quería nunca más volver a verlo. No quería ya más sufrir.

(Continuará)

martes, 23 de noviembre de 2010

PALABRAS AL VIENTO

Un millón de palabras resuenan en los oídos de una pelusa errante que recorre la ciudad. A ella la lleva el viento, no vive en ningún lado. Ella es, simplemente, por los designios del azar.

Se pasea escuchando los sonidos que tiran las personas, esas que parece que están para desperdiciar. Excusas, teorías determinantes, insultos, consuelos, consejos. Y a veces también silencios, esos que sirven mucho pero no ocupan nada de lugar.

La pelusa los atrapa en el aire con su red de fantasía y las guarda en su bolsa de futuras oraciones. Cree que si cayeran al suelo, así sin más, todos nadaríamos en un mar de ruidos sin sentido ni contexto.

Ese día, de suaves brisas, flotaba la pelusa sin buscar. Mientras lo hacía cazó al azar, al pasar por una ventana de esas grandes con balcón francés, una nueva definición de "libertad":

- "... sucede que yo no vivo cargando mis vértebras con el peso de ser quien soy..."

Sonrió al oír a esa muchacha, puso las palabras en su bolsa y voló más alto que nunca para continuar su vuelo... Otro día fructífero cargado de satisfacción.

Y mientras se elevaba y la ciudad se hacía más pequeña a sus pies, pensó: No es verdad que las palabras solo crean confusiones, hay algunas que merecerían caer a la tierra y regalar su luz a los dispuestos.

Y en los días subsiguientes siguió cazando. Excusas, teorías determinantes, gritos, consuelos, consejos. Y a veces también silencios, esos que sirven mucho pero no ocupan nada de lugar.

Pero desde el día de la ventana con balcón francés, su red de cazadora le hace un guiño y deja caer (no sin su entero consentimiento) ciertas frases para aliviar algún espíritu atrapado. Tan atrapado como estuvo el suyo alguna vez.

lunes, 22 de noviembre de 2010

DE PARTIDAS, REVUELTAS Y REAPARICIONES

Suelo estar aprendiendo a reconocer ese punto de inflexión entre el fastidio necesario y el malhumor deshilvanado.

Pasa cuando viene el soplido de su queja. Un lamento demandante que parece de antaño pero que reconozco como aquel que renace cada día en el despertar de su voz portadora.

Se acerca con soplidos pequeños pero poco sutiles. Una vez cada tanto. No todos los días. Como disimulando esa intencionalidad egocéntrica que en realidad la engendra.

Y me hace erguirme y pestañear rápido y así no tener que cerrar los ojos. Si lo hago no veré la llegada de su cachetada inexperta pero hábil. Pero si los abro entrará para rasparme su basura imperceptible. Sigo pestañeando.

Pasa y deja un pequeño rasguño que arde pero no mutila. Sin heridas profundas, solo rae la superficie para decir "Por acá pasé yo. No soporto que me olviden".

Y yo que ya olvidé, que no espero nada ni le adeudo favor alguno no puedo evitar el tedio que me provoca su incapacidad para la resignación. Representa en mi lejana memoria a la desilusión total, una página blanca con letras negras, una frustración curada, una enorme montaña de vicios ya sorteada.

Extrae un segundo lo peor de mi, me exprime ácida como estoy y cuando llego al punto de casi detestarla por completo caigo en la cuenta de que no tengo más que darle las gracias. Le tengo piedad y mis ojos se aclaran. Sucede que sin saberlo me despojó de todo lo defectuoso, me quitó la virósica ira y la puso afuera donde debe estar. Luego la absorvió ella y la asimiló en sus entrañas resentidas.

Ahora sus presuntuosos propósitos de ególatra le volvieron en deshechos de su propia esencia. Es un satélite que ronda las dichas ajenas sin poder robarles siquiera una imagen que le sirva para sus ansias desenfrenadas de envidia.

Lamentablemente nunca, nunca, nunca tendrá un espejo que le devuelva estas miradas inevitables. Los ha destruido todos en su misión incansable de desidia negadora.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

PIEDRA LIBRE

Creo que no preciso demasiada suspicacia para percibirte en tu nitidez.

Ni bien alguien te ofrece una miseria, una debilidad, una pelusa negra en la blancura, allí estás vos para devolver cínicamente tu hombro inexacto.

Determino, luego de observarte por un rato no muy extenso, que lo que te es entregado como muestra de confianza es para vos una munición más para tu trinchera. Resguardada por dentro de tus inseguridades, te apoyás en todo aquello que - aunque ínfimamente - te proyecta superior. ¡Y qué bien te calza en esos momentos tu overol de altruista y comprensiva!

Te veo rústica en lo áspero pero no en lo original.
Te veo dura para la aceptación pero no para la templanza.
Te veo transparente en lo imperceptible pero no en lo genuino.

Es evidente el estancamiento.

Y no espero que crezcas ni aunque te rieguen todos los días. Sucede, en tu caso, que el principal problema reside en tus raíces.

Tus ramificaciones son tan supuestas e inefectivas que una hormiga hace más sombra que cualquiera de tus insolentes palabras.

miércoles, 27 de octubre de 2010

LISONJAS Y OTRAS MENTIRAS

Veo caras de piedra que intentan gesticular tristeza, al tiempo que sus músculos lidian con el alivio y la alegría.
Oigo tonos compungidos que quieren emular la desdicha mientras sus cuerdas se enriedan para contener un grito de liberación.
Toco humedad de lágrimas propias y ajenas y entre tanto mi cabeza pone luz sobre una dura e insana verdad: la codicia no se repliega ni ante la contundencia de una muerte inesperada.

Viene el pavor y me da un cachetazo para ponerme ante la obscena pesadumbre de aquellos que traicionan su propia conciencia. Ella, en realidad, les demanda regocijo ante la súbita ausencia de sus antípodas y un corso de festejo les recorre las tripas. Mientras tanto, el envase pretende presumir de su desconsuelo, como una puta que simula disfrutar su condición sólo por una paga final que le resulta imposible de rechazar.

Es la negación por la negación misma, como si fuera un pase mágico que en sus mentes hace de lo innegable un mito incomprobable. La intolerancia les roba los argumentos, sus palabras se fagocitan en el sinsentido y el espejo se ennegrece para que no tengan que ver cada mañana su existencia de utilería.

Hay algunos que solo existen a través de sus opuestos y por eso el camino a su felicidad es la búsqueda constante de enemigos. Ahora, ya sin ese rival que le daba explicación al hecho de ser alguien en la vida, de a poco irán cayendo en la cuenta de cuánto necesitan una nueva identidad. Una de esas que cada tanto se compran para renacer convenientemente flotando hacia el encantador sonido de sus egoístas intereses.

Se oye el descorche de los civilmente ignorantes mientras viven suponiendo que el cielo nunca les devolverá el escupitajo. Todo lo que les deseo es el doble de sus expectativas... y un poco más de discernimiento al final del día.

martes, 5 de octubre de 2010

ADALIDES IMAGINARIOS

Gente atormentada, adormecida, malgastada. Ansiosos de libertad repudian la ajena. Todos iguales, paquetes de la misma máquina, autómatas de un sistema que alimenta sus cuentas y sus egos.

Con un desprecio total por aquél que pasa un poco cerca sienten peligrar el injustificable equilibrio heredado ancestralmente y pertenecen a una realidad estancada lejos en el tiempo a la que se someten por costumbre más que por razonamiento.

En la veleta de sus principios, que gira merced a repentinos soplos de conveniencia, sólo existe el norte, uno que se va reubicando al grito autoritario de las intenciones egoístas.

Una ausencia total de humildad los transforma en elementos maleables del sistema de turno porque allí donde haya un poquito de poder con que tentarlos podrán ser llevados con dos dedos de sus narices. Es que resulta siempre más fácil convencer a un avaro que a un idealista porque la libertad es un hábito adquirido además de un regalo del destino. Se trata de la libertad en el amor, de la libertad interior, de ese control sobre nosotros mismos que nos hace sentir livianos e invencibles. La sola búsqueda de su supuesta útopica existencia rompe las cadenas; es el medio que construye la torre centinela de nuestra fuerza.

Foto: Tomás Casares. http://www.flickr.com/photos/tomascasares2/sets/

domingo, 26 de septiembre de 2010

TREE


Hay desvelos. Y finales felices.
Hay un sueño que se pierde en el pasado de un viejo sillón.
Hay malos amores y buenos humores.
Hay una sencillez sofisticada a la que aspiramos sin saber.
Hay esperas. Y hay desesperanzas.
Hay un rumor de futuros azares que zumba en los oídos del que ríe sin pensar.
Hay saludos desde enfrente y abrazos de miradas.
Hay distancias que solo saben acercar ajados corazones de felpa.
Hay mañanas inciertas. Y hay futuros sólidos.
Hay previsiones que solamente construyen montañas de frustración.
Hay marchitos. Y hay prosperidades.
Hay pétalos que cada vez que se deshojan le dicen al amante que alguien los vendrá a buscar.
Hay colores que apabullan y grises que iluminan.
Hay siempre una tibieza redonda y abundante, no importa que no venga cada día a saludar.
Hay otoños que florecen y calores que despojan.
Hay una vida después de cada muerte, esas en las que morimos sin haber dejado de existir.

Foto: Tomás Casares

lunes, 20 de septiembre de 2010

SER PRIMAVERAS

Son tiempos de gracia para cubrirme de flores; soy un ave emigrante de los vientos del bajo. Y el despuntar de la vida cada vez que renace engendra en mi la libertad de pensarme. Desde el costado más profundo, desde el costado más ingenuo. Así y a los gritos, un manifiesto silencioso de mi médula me recuerda que no hay tiempo que perder.


Ojos pestañeantes, alas de mariposa.
Ojeadas frescas, germen de energía.
Núcleos renovados cíclicamente, vidas concéntricas por venir.

Es inevitable ser de vuelta cada vez.

Desempolvo mis gastadas valijas una vez más porque se que nuevamente hay que nacer (porque puedo y, sobre todo, porque debo). Mi voz temblequea disimuladamente con gusto a barda, tierra y río y las nubes se entrelazan señalando mi cruz del sur.

Al mismo tiempo, pies que pesan más porque donde están saben echar raíces y ahora en mis brazos es momento de florecer.

Hoy, acá, hay más fuerza que nunca

martes, 14 de septiembre de 2010

DESEO

"Deseo que hoy experimentes paz dentro de ti,
que confíes que te encuentras exactamente donde debes estar,
que no olvides las posibilidades infinitas
que nacen de la confianza en ti misma y en otros,
que utilices los dones que has recibido
y que transmitas a otros el amor que se te ha dado.

Deseo que estés feliz contigo misma por lo que eres.
Deja esta sabiduría asentarse en tus huesos y deja a tu alma cantar, bailar y amar libremente.
Está ahí para cada una de nosotras"

viernes, 10 de septiembre de 2010

ÉXODO


Fuerzas centrífugas desde las tripas la consumen, la tuercen, la transportan al futuro con la sola luz de un pensamiento.

Si deseando le crecieran alas, estaría zurcando el cielo en franca expansión de verano.

Es una y todas las aves juntas buscando el calor, huyendo del frío, creyendo en la tibieza como amparo del corazón.

Hay un nido ahí atrás al que siempre volver. Es tan sencillo como creer en el mundo inventado por su espíritu de niña. Pensar, recordar, recrear y viajar. La fe en la imaginación, la determinación y el encapsulamiento.

Ahora solo recoje hojitas y las guarda para lo que está por venir. Y un vientre agitado de inevitable naturaleza le marca la ruta hacia la plenitud de un merecido agasajo.

FOCALES

Hay días que llueven por dentro... Cuando nos topamos absortos y nos encapsulamos y conseguimos ser herejes de nuestro propio misticismo.

Intuyendo que nos desplomamos concéntricamente todos hacia el mismo núcleo, más nos salvaría ser lo que debemos ser. Quebrantando ciertas pautas, amordazando nuestros demonios y oyendo la voz ensordecedora de nuestra mortalidad. Esos gritos que nos confinan a buscar incesantemente.

Y abandonar las excentricidades, los rasgos solemnes de celebridad, los fugaces encantos, las pretenciosas esencias. Y poder verlos como las micropartículas de realidad que verdaderamente son.

Porque lo impalpable empuja la búsqueda. Porque la búsqueda siempre encuentra. Porque encontrar es un nuevo comienzo. Porque comenzar es volver a vivir.

Somos tirabuzones. Vamos, venimos, parecemos volver, nos obstinamos. Nos creamos reincidiendo. Cada vez en círculos más pequeños. Cada vez más rápido. Cada vez más cerca de eso que nos espera a absolutamente todos al final del arcoiris.

Foto: Tomás Casares
Gracias!!!

jueves, 2 de septiembre de 2010

PROYECCION


Ese dolor envenenado sale desde tu interior ensordecido.

En este país imaginario construido de espejos, vestido de imágenes donde los otros son siempre vos... La pregunta es ¿y a ti misma... cómo te llamas? ¿te reconoces en eso que ves? ¿puedes captar en la imagen de los otros la tuya propia?

viernes, 27 de agosto de 2010

ALMA QUE COSECHA


Era el día de todos los soles cuando a esa flor se le enredó la primavera. Luego de una temporada de brisas frescas donde lo más fácil era amigarse con lo esquivo, los tintineos de un saltimbanqui le acercaron el carnaval.

Sin dejar de revivir esos días que tuvo que hibernar, sintiendo de vuelta ese frío cada vez, descongeló su sangre hasta hervir de misticismo y devoción.

Consumió como papel en el fuego lo espeso de su pasado, sembró nuevas semillas augurando dulces frutos y elevó sus ojos al cielo para asegurarse (casi como un guiño) una porción de su valiosa taumaturgia.

Una vida de fiesta se avecina, y sus pistilos se estremecen y agitan por la noticia. Es sin duda prodigiosa y determinante sin excusas. Sabe qué desea sin ataduras al vistazo que le echan las nubes forasteras.

No puede evitar la importancia de las raíces en su floreciente supervivencia.

¿ORIGINALIDAD?


La mala interpretación del concepto es lo que confunde el sentido común y despista hasta al mejor intencionado.

Su nombre la identifica, la define, la representa. Viene del nacimiento, del origen, de la raíz. Cuando no podemos hacer las paces con el lugar del que venimos... ahí es cuando la originalidad se aleja y enajena las mentes. Sobreviene la crisis de identidad porque no se puede ser aquello que se debe ser. Y es así como se abre la puerta a infinidades de personalidades, gustos y costumbres que la mayoría puede pensar como ideales pero que no nos representan como individuos. No se sabe qué elegir porque se perdió el concepto sobre uno mismo, sobre lo que debemos ser.

Y es el deber ser, no como demanda autoritaria sino como ventana liberadora, el principal aliado de la originalidad. No reduzcamos persiguiendo la novedad, porque en este mundo (casi) todo ha sido inventado. Lo único que alberga un potencial para construir es lo que nos es propio de nacimiento, esa esencia inalienable única e irrepetible en cada persona.

Nada es exclusivo sino nosotros mismos para nosotros mismos. Conexión con la propia voz, definición de la impronta, reconocimiento de nuestra huella.

Es de lo más hipócrita querer exhibirse constantemente a los demás envueltos en un traje que no somos y sabiendo que no podemos sostenerle la mirada fija al espejo más de 5 segundos.

Yo estoy plena y satisfecha. Pocos me aman, escasamente me adoran, cierta gente me quiere, bastantes son indiferentes y muchos desearían eliminar mi cercanía.

Es así. Soy así. Se de dónde vengo, para qué fui concebida, en qué baldoza estoy detenida y hacia dónde marchan mis intenciones.

Tengo equipaje, compañeros de ruta, mapas para las incertidumbres y estrellas guías en el cielo.

El que puede convive con eso y el que no, se quedará mirando por la ventana de la envidia y la bronca de no ser.

martes, 24 de agosto de 2010

LO QUE NO NECESITO

Emocionalmente independiente.

Las histerias que persiguen la atención por exigencia egocéntrica y no por la sana intención de devolver amor no me simpatizan en absoluto.

Y las intenciones desleales de amistades simuladas no engatuzan mi criterio.

Si quieren existir, que existan. Si quieren crecer, que crezcan. Si quieren ser que sean, pero en el interior de quienes las crean y no en el terreno que comparto con ellas (no por elección propia sino como condición aparentemente inofensiva en mi camino a la felicidad).

Vivan. Proliferen. Pero no contaminen.

Gracias.

jueves, 19 de agosto de 2010

CASI UN DÍA

La noche.

Ahí. Desnuda, muerta de frío. Expuesta e innegable, ciertamente difícil y padeciéndose a sí misma, lidia con el pantano del pasmo que ya la envuelve hasta la cintura. Cuando vuelan las caretas por actos de imprudencia y arden las entrañas, indigestas y azoradas, comienza el trance inevitable hacia lo genuino.

Pieles tersas sublevadas por llagas, vísceras anudadas en busca de una independencia, ilusiones cuestionadas en busca de una respuesta; se toman de la mano y se hermanan como una cadena. Cadena de factores encadenados que desencadenan una cadena de factores encadenados que desencadenan una cadena de factores encadenados que desencadenan una cadena de factores encadenados...

¡BASTA!

Alba.

Ahí. Semitapada y con poco sueño. Exhausta de ser ella y de no saber quién es, carente de sentidos, estampada de sentimientos. Estira sus brazos que ahora son como ramas buscando naturaleza donde pertenecer. Debe enredarse, elevarse y trepar los muros que esconden el Gran Secreto. ¡Sí!. El pantano se hizo tierra y comenzó a esbozar raíces. Ahora ofrece retoños, augurios de prosperidad y aquellos cansados brazos de ramas encuentran un poco de paz. Duerme el sueño de un soldado sobre el rocío y la hierba antes de que todo se convierta en escarcha.

A.M.

Ahí. Desparramada e hipnotizada por el sueño. Tan pesada que ya parece parte de un suelo, florecida en rojo alerta, más pintorezca que auténtica. Una gota de advertencia en la cara la despierta y le trae por desayuno el recuerdo de lo que no se ha resuelto todavía. Se erige, esbelta y vertiginosa, para observar el panorama en su total exuberancia. Trenzas de caminos la esperan para lo que (sabe bien) no será otra cosa que un muy largo día. Se arranca del suelo. Y camina.

Atardecer.

Ahí. Fatigada y susceptible por las circunstancias de la travesía. Ha alcanzado la orilla del mar de todos sus desasosiegos. La espuma acaricia el arco de sus pies. Frío y calor. Dolor y cosquillas. Un reflejo de lo que todavía no ha dejado de ser en su meollo, percepciones de índole indentificativa. A lo lejos, con la punta de unos cansados dedos en capullo, llega a tocar sus locos anhelos de bienestar.

El encanto se refugia en el horizonte y tiñe la vista de naranjas y azules. Sus ojos curiosos y perfectamente redondos se empapan, se inundan, chorrean, desbordan. Rugen de furia, de resentimiento, de perplejidad. Se agigantan para confirmar lo inexorable, se inflaman, se aprisionan y quieren cerrarse hasta doler. Cuando la desilusión los lleva al límite de la asfixia se abren el pecho para oxigenar la razón.

Lo que es está a la intemperie. No hay techo, no hay disfraz. Lo que es, es. Y ya dejó de salar las heridas.

La tempestad de esos ojos ahora es calma de reflexión. Si la realidad ya se disfrazó de humillación para ofrendar su más miserable costado solo queda recoger sus despojos y devolverle la dignidad.

Se aleja, se aleja, se aleja... Y ese océano es cada vez más pequeño. Es ahora un charco sin su antigua ferocidad. ¿Y dónde puso ahora sus intenciones de superación?

Con sus brazos de rama acuna creencias
Con sus pies de raíz detenta equilibrio
Con sus ojos de ventana deja entrar el alivio
Con su alma aprendiz filtra vestigios de soledad

Un paso, otro paso, otro paso, otro paso...
Trota, trota, trota...
Corre, corre, corre, corre, corre...

¡Se zambulle! Nada, nada, nada...

Y todo.

En el agua será fértil, será futuro, será capaz.

Y ya la noche no la alcanzará. Ahí. Desnuda y muerta de frío...

miércoles, 18 de agosto de 2010

REVISION


Atrapada. Inconsciente. Manipulada. Tóxica. Intoxicada. Limitada. Impotente. Ausente. Eufórica. Somática. Fugaz.

Lujuriosamente envuelta en el desconocimiento y la consciencia, todo al mismo tiempo y al mismo tiempo la inexistencia.

Mi ser es la nada cada vez que obedece órdenes de falsas autoridades. Amos malintencionados, viciosos de su propio ego, absolutamente capaces de dominar voluntades para engrandecer su mísera existencia.

Libre. Lúcida. Útil. Saludable. Limpia. Infinita. Dinámica. Presente. Neutral. Sana. Eterna.

Me despojo de vos, de lo tuyo, de todo vos, de todo lo que es tuyo. No me interesa, no lo busco, no me encuentres porque no te necesito. No desees, no me desees, no seas mi deseo.

Te aborrezco, te rechazo.

Me compadezco.


Te abandono.

martes, 17 de agosto de 2010

LA CHISPA DE LA MENTIRA

Hay cierto carácter de la imaginación que debemos abandonar. Se trata de aquel que en nuestra infancia y por edad, inexperiencia y omisión, nos eximía de toda responsabilidad ante nuestras determinaciones.

La imaginación, pasado el tiempo, es herramienta para la creación (considerando la creación como todo aquello que construye pero no oculta realidades). No es legal escudarse en ella pretendiendo realizar los actos más estúpidos sin ser juzgados. Utilizarla para evitar admitir lo imbécil de ciertas elecciones, no es solo cobarde sino también injusto para los que queremos vivir cada día como un acto de pequeñas innovaciones e inesperadas concepciones.

Enfrentar la luz.
Ofrecer la cara.
Bailar infinitamente ante los ojos de los que abusan de la ilusión y anulan la sorpresa.

lunes, 16 de agosto de 2010

HADO

Debemos aprovechar esos días que amanecemos transformados en tréboles de cuatro hojas. Ciertas mañanas, o días consecutivos, donde nuestros astros, satélites y asteroides forman una perfecta línea que termina en flecha; una flecha que nos indica que ese día, pisemos donde pisemos, va a ser terreno seguro. Si no lo es, no importa, porque esas ocasiones de pura fortuna y casualidad se acompañan también con un buen trago de autodeterminación y manejo equilibrado de la frustración. Somos por un instante como infalibles amuletos, destellos de pseudofelicidad, quizás más ego que confianza. Suspendidos en el aire pero sin amortiguación para la caída.

Pero hay otro estado, más constante, menos inestable. Uno que más depende del concepto que de nosotros mismos tenemos que de esos hechos que salpican la vida sin preaviso. Un estado que debemos conservar mucho más que aprovechar.

Se trata de cuando conseguimos establecer el método para calcular sanamente las probabilidades. Eso que nos lleva de inconformistas a conformes, que ve sin rencores los tesoros que acopiamos, que cree sin caretas que estamos siendo lo mejor que podemos ser en ese momento, que alguna vez seremos otros pero que precipitarnos traería efectos desafortunados... Una vez conscientes de esa intersección nos transformamos en las personas más afortunadas del mundo.

martes, 10 de agosto de 2010

BATALLAS SUCESIVAS

Borde de espuma, vértigo
Cresta de sal, augurio
Cenit de revelación, conjetura
Hueco de exuberancia, inminencia
Visión de estampido, futuro

No soy ola de aguas tibias.

Un negro río me lleva de aquí para allá, de helados afluentes hacia ardientes confluencias. Me sorprende el desvío y mi sangre como mercurio, se abarrota y se reduce, se desgarra y cicatriza, se ofusca y se desviste.

Atenta a la tutela de la ruta me desplazo, me deslizo, surco, atravieso, lidio y alterco. Doblada sin doblegarme, erguida con fuerte memoria, confío en la fluctuación de mis aguas como el camino a la nueva que soy cada vez y no a la que dejé o debería dejar de ser. Pienso más en aquello en lo que me voy transformando que en lo que soy aquí, ahora, en este preciso segundo de aliento.

Debemos ser curso y no instante. Más cabalgata que rienda. Más pendulares que súbitos detenimientos. No en vano tenemos como motor al tiempo, ese imperceptible ritmo sin estadística, cálculo ni especulación. Ese que más se precipita al movimiento cuanto más creemos que obstruirnos es la clave de la transformación.

miércoles, 4 de agosto de 2010

RENOVANDO ARGUMENTOS

El tiempo sabe por qué. Siempre sabe.
A veces el silencio es un recreo...

Sumida en el cauce perfecto de un río inesperado, dulcemente autoritario, de simple imponencia, vuelvo tras infinitos sobrevuelos {chequeos para mi conciencia}.


(La Colombina sic some time ago)

lunes, 2 de agosto de 2010

NAUTA

Considerada a veces como una nimia filibustera, sigo echando mi aliento a las velas. Avistar la orilla es mi perspectiva, palparla es mi culminación, recorrer es la razón de toda mi existencia.
El juicio del tribunal forastero es mi muy débil y doblegable Kraken.

Seré pirata en mi propio mar pero nunca corruptora de los ajenos. Esa es la ley inquebrantable de un verdadero hijo del mar.

ELUCUBRACIONES A CIELO ABIERTO

Los oráculos de la bienaventuranza han perdido cierta porción de la persuasión que controlaban a su antojo, una de conquistadores postmodernos que intercambian riquezas espirituales por espejos que deforman.
Tengo sentimientos disímiles amalgamados, choque de impresiones; voy masticando la duda saboreando una conciencia de realidad peculiar pero cierta.
Sospecho.

Y luego, por la obviedad de la que no pueden escapar sus autores, adivino sucias intenciones segregantes. Engañados por una fraudulenta imagen de sí mismos, intentando forzarnos caprichosamente a la obtención de sus objetivos individuales como si fuéramos obreros de su fábrica de mentiras, conciben este territorio como un feudo y cada palabra que emiten atrasa décadas de historia.

A mis ojos son sólo locos, si por ello entendemos alguien que repite una y otra vez la misma actitud buscando un resultado diferente al que ya conocen.

En parte me provocan cierto escozor porque pertenecen a una casta que embanderó la destrucción como método de salvación careciendo de toda capacidad de autocrítica y arrepentimiento. Y al mismo tiempo ya no temo, porque la destreza y la memoria dan cada vez más argumentos para iluminar la libertad que tanto cuesta.

(Continuará)

viernes, 30 de julio de 2010

TRAVESÍA TRIUNFAL

Abstraída de torbellinos forasteros me infiltré de parte a parte por el corredor, un camino que se perfilaba premonitoriamente como inexorablemente intrincado.

Sorpresas siempre hay. Suscitadas quizás cada vez más prontas entre sí, confío de todas maneras en que nunca perderán su carácter inmortal.

Y así, casi como una denuncia de mi consciencia, entendí como siempre que el caudal irrefrenable por el que transcurrimos no tiene precio ni definición.

No podemos detenerlo, evitarlo, modificarlo ni transferirlo. Propio, ajeno, irreemplazable, entrañable, indiferente, frío. Abstracto en concepto. Concreto en acciones. Innegable en resultados.

Renové el título de propiedad sobre él que confiere la vida y tomé la iniciativa. Mi balance da positivo, sin deudas a terceros, sin daños colaterales. Solamente un poco de sueño y el reclamo de un cuerpo al que le agrada un justo equilibrio entre la responsabilidad y el éxtasis.

No fui imprescindible pero sí necesaria. El cambio de contexto resignifica las interpretaciones. Y por eso sé que prefiero lo segundo porque implica donar algo de lo que me pertenece a una causa común y también individual. Lo elijo, lo mido, me brindo altruista pero dadivosamente. Todos, salvo los emocionalmente iluminados, lo hacen de esa manera.

Ser imprescindible se contraindica porque hace al inconsciente someterse a la obligación de cumplir. Se tironean la necesidad externa y la capacidad de elegir que nos incumbe como individuos. Todo "privilegio" conlleva una obligación y para mi ese no es negocio potable.

Es cuando descubro que ser única e irrepetible no es lo mismo que ser importantísima y necesaria. Y me da placer.

Más vale una rayuela de abajo hasta el cielo, por todas las estaciones, con rodillas raspadas de tanto jugar, que una eyección sin intención ni objetivo de la que la propia inercia nos devolverá sin piedad.

jueves, 29 de julio de 2010

PONCIO PILATOS SIGLO XXI

Poncio Pilatos tuvo en sus manos una decisión importante. Por el pavor, la indiferencia y la desidia que lo invadían puso esa sentencia a criterio del pueblo. Luego se lavó las manos, señal de su desentendimiento del asunto... "Yo no he matado a nadie". Y así se transformó, además de en un entregador, en un referente exclusivo de la cobardía. No solo fue un granuja no asumido sino que se hizo pasar por justo y compasivo.

Creo que todo depende de cómo cada uno espera perpetuarse, porque estoy segura que ese es un anhelo generalizado. Cada expresión artística, cada nacimiento, cada promesa de amor, cada esperanza de concreción, cada meta superada, cada nuevo conocimiento adquirido, cada personalidad automoldeada, cada celebración entre amigos... son todos intentos por lacrar la propia vida y enviarla sin intermediarios a los que todavía no llegaron a este mundo pero tendrán la potestad de recordarnos o no.

Y digo esto porque viendo la canallada con la que se destrató esta semana (solo por citar un ejemplo de los que fuimos testigos durante años) al fútbol, como representante de un elemento que genera vida y educación para el país, reconfirma mi idea de que cada uno elige cómo pasar a la posteridad.

La búsqueda que más me hizo reflexionar hoy es la de este ser, el rey de los carcamanes, un desobediente de los códigos de buena persona, un ego eliminador de todo buen criterio. La imposición, los favores bajo la mesa, las falsas promesas a cambio de verdaderas intenciones; todas estas son herramientas a las que echa mano cada vez para fabricar su continuidad en esta vida, en la vida terrenal.

No me lo imagino preocupado porque se lo recuerde como alguien que construyó para los demás o como quien detentó un poder al que le hizo honor. Aparenta, más bien, ser un hombre a quien la impunidad le adormece la conciencia. Una impunidad insana que pretende contaminar a todos los que por cargo y ley deberían ser sus pares.

Y no estoy juzgando aquí la decisión que le compete en cuanto a permitir la continuidad de un proceso o interrumpirlo sino la "legalidad moral" que, a criterio mío, dejó traslucir. Es técnicamente verdadero, "aquí no se ha echado a nadie", simplemente se lo ha invitado amablemente a salir, se le ha indicado la etiqueta obligatoria y correpondiente para permanecer en esta fiesta de gala. Y sino, retirarse.

Me sigue dando vueltas en la cabeza qué pretendía al usar métodos eufémicos con una persona que no conoce otra comunicación que la directa y sin rodeos. ¿Qué reacción esperaba? Quizás ninguna, o quizás no le importaba, porque quizás esta decisión estaba tomada desde antes. Quizás llamaron a tomar una papa caliente con sus manos a alguien que por amor a su país es directamente capaz de ponerlas en el fuego. Quizás fue una decisión demagógica para demostrar después a "la gente" que la pasión no es una buen camino al éxito. Quizás envidia cierta pasión de la que carece porque la monarquía que construyó ya lo ha enviciado. Quizás, quizás, quizás.

Me desilusiona (o quizás no) leer en cada medio la extracción sensacionalista de un discurso, repetido hasta el cansancio para subrayar cierta línea de opinión sobre quien la profirió. Sucede que ante una expresión de sentimientos previamente escritos, ordenados y repensados se quedaron sin el exabrupto nuestro de cada conferencia del cual alimentarse largo y tendido.

Veo, porque no todo en la vida es perfecto, que ser sanguíneo tiene muy mala prensa y que los buenos modos muchas veces se disfrazan de respeto para tapar una insuficiencia de agallas y atrevimiento.

¿Cuántos se hicieron eco de la irreverencia con la que este ser se manejó otra vez?

Espero ansiosa el día en el que alguien patee el tablero. Así como hubo individualidades que soñaron nuevas realidades para el bien común, espero que llegue la valentía de destronarlo y reconstruir. El plazo que tiene este deporte para seguir renaciendo es simplemente la eternidad.

Esa eternidad que su presidente nunca podrá adjudicarse, porque pueden evitarse muchas cosas pero NUNCA el destino que nos toca a TODOS en nuestro carácter de seres vivos y humanos.

miércoles, 28 de julio de 2010

ILUSIÓN DE CAPULLO

Más que estupefacta.
Sorprendida de mi capacidad de sorpresa.
Harta de la elástica y dormida paciencia de ese gigante y anónimo montón de gente.
Preguntándome con miedo a escuchar una fatídica respuesta.
Inevitablemente esperanzada de que este sea el límite al cual tenemos que llegar para tomar envión, saltar, cambiar y aprender, para siempre nunca jamás repetir.
Ama y señora de una auténtica percepción de que por mi cara corren brisas rescatistas.

¿Quiénes son? ¿Quiénes somos? ¿Qué tenemos en común? ¿Quiero ser tratada como un prototipo? ¿Quién puede sentirse con el poder de prever mis reacciones? ¿Quién diseña el abanico de mis opciones? ¿Puedo hacerlo yo con los demás? ¿Qué buscan cuando sintonizan todos lo mismo, al mismo tiempo? ¿Son impulsos? ¿Son firmes convicciones?

Me duele toparme ciertos días con un ejército de presas, enredadas en la trampa de sus reflejos y no ensimismados en reflexiones. Envueltos por una rapidez de respuesta sin argumentos para explicar los resultados.

Quizás ni hace falta. O quizás es más que necesario. Solo espero llegar a ver esas redes rotas o vacías; cómo todos de pronto se detuvieron, frenaron, se sintieron capaces de decidir qué esperan recibir a cambio. Ser testigo de elecciones, libres del temor a la improvisada fiscalía, sin tragarnos el cuento de que somos lo que nos inducen a ser o no seremos nada.

Agradezco estos tiempos de incipiente apertura de criterios. De clara consciencia de que en lo que preferimos y proclamamos subyace nuestra identidad. Que lo que nos identifica no construye seres supremos o defectuosos sino heterogéneos, asimétricos y amplios.

Me regodeo en esta fracción de presente en la que existo, que es cauce para futuros novatos y reconfortantes historias de porvenir.

Sucede que los días que ahora se deslizan me inculcan soberbias ganas de multiplicarme, gestar, reafirmar mis convicciones. Ya no temo convertirme en madre porque no me espanta el horizonte que puedo ofrecer. Hace tiempo no me detiene la posibilidad de la frustración, porque vi que lo diseminado brotó lleno de vida.

Redoblo la apuesta. Reimprimo la esperanza. Me apropio de sueños fecundos. Me aferro cada día un poco más a esta vida.

martes, 20 de julio de 2010

DEVOCIÓN


Hay días como hoy en los que pienso en el arraigo de los verdaderos afectos. Se revolucionan los avisperos, muchos buscan llenar el espacio por imposición y yo trato de observar desde un costado para entender lo real de todo esto.

Busco un abrazo, una cercanía, una distancia que no aleje... y eso lo encuentro en mis raíces de siempre, las añejas, las más firmes. A ellos los valoro, los cuido porque son mi tesoro. Son mi esencia, el centro de mi tierra. La verdad que busco y siempre encuentro.

También me sorprendió la vida un par de veces con algunos que sin conocerme pretenden hacerlo desde siempre y aceptan mi verdad y mi miseria. Me abren su realidad e iluminan la mía. Esos los bendigo y los agradezco. Los acompaño y los dejo entrar.

Pero sobre todo, en momentos semejantes, me planteo sobre aquellos a los que solo les fui de utilidad; esos por cuya vida pasé de manera funcional sin posibilidad de trascender en el vínculo. Aquellos que ante otros afectos más convenientes y momentáneos me consideraron caduca y me juzgaron como antes no lo hacían. El dolor que ellos me hayan provocado alguna vez, en este momento de tanta alegría recibida, se cura, se renueva y se capitaliza.

Como digo de vez en cuando, que el pasado vuelva para ver nuestro firme presente y asumir que ya nunca podrá volver a ser. Nunca como el de antes. Sí para ser mejor que el de siempre.

jueves, 15 de julio de 2010

CACERÍA INFINITA

Quise ser en la vida nada más que lo que soy.
Un poco más de lo que creo.
Mucho más de lo que tantos imaginan.
Infinitamente más que de lo que fui hace un segundo.
Y muchísimo menos de lo que un ego sin recato puede empujarme a buscar.

Quiero ser tantas cosas y ninguna. Quiero contradecirme en la certeza y definirme en la duda. Acoso y escondite.

Y fui. Y sigo siendo. Y nada de lo que me está tocando ser tiene que ver con perspectivas pasadas. Es tan solo el resultado de una búsqeuda y la búsqueda misma, simultáneamente... diferente...

Puedo ser risa colorada y compañía de luz.
Lágrima de ausencia y nostalgia de un origen.
Aire del sur. Rocío de puerto.
Dulzor de manzanas. Amargura perpleja.
Instante. Infinitud.
Persecución. Encuentro.

Principio.
Fin.
Y renacimiento.

Puedo nacer y morir en vida. Ser semilla, sembradío, lucro y caridad.
Puedo y quiero, pero nunca sabré... Nunca sabré qué soy, qué me falta y qué dejé de ser.

Hace un segundo. Hace una eternidad. En este preciso recorte del tiempo.

LEER Y ESCRIBIR (F.P.)


El que lee escribe. Escribe y reescribe al leer lo que lee. Destroza y derrumba lo que lee, porque eso en cierta forma se llama interpretar, adecuar, acomodar. El que lee destruye lo escrito a medida que lo va leyendo y casi simultáneamente lo tipea en su cerebro, en su intelecto, a su manera. El que lee decodifica continuamente lo que lee para entenderlo y comprenderlo y si no le gusta o no entiende lo que lee lo tritura, lo reprocesa y lo arma otra vez y de otra manera que le sirva. Entonces... ¿sirve escribir? Sí, por supuesto que sirve, porque algo siempre queda y algo siempre le gusta al que lee. Lo que me pregunto es si sirve de manera didáctica, si sirve para hacer y hacerse entender, si sirve para que el que escribe se explique y explique lo que tenía en la cabeza… porque no es un secreto, el que escribe se va explicando y va explicando para tratar de entender lo que acaso nunca escribió. (...) ¡Atención!, muchísimas veces el que escribe tiene suerte porque el que lee embellece lo que lee, lo mejora y lo readapta a beneficio del que escribe.

¿Para qué lee el que lee? ¿Porque está aburrido? ¿Por qué quiere entender algo? ¿Por qué está solo? Muchas veces el que lee lee porque está enojado y quiere entender, quiere que alguien le explique urgente lo que no entiende, quiere que alguien lo acompañe en su soledad de no entender, ya sea la vida, una traición, un amor, un decreto de un diputado.

También sucede muchas veces que el escritor está enojado o aburrido… y por qué no solo, y por eso escribe. Escribir y leer son casi la misma cosa. Escribir y leer son cosas totalmente distintas. Escribir y leer son a veces un baile que se va desarrollando en cámara lenta desde que el escritor va tramando las palabras, las imprime, las registra, el papel se desprende de las manos del que escribe, inicia su viaje al lector y el lector empieza a leer.

[...] Las millones de opiniones, los millones de corazones, los millones de cerebros y de almas a los que llegan los escritos son culpables de su deformación y de su nueva intención en muchos casos, sea para mejor o para peor esto es inevitable.

Me llena de esperanza que siga habiendo escritos, escritores, lectores y lecturas; eso significa que estamos tratando de hacernos entender, estamos tratando de salvarnos mutuamente. (...) Aplaudo al que escribe, me pongo de pie ante el que lee, a lo mejor algún día ocurre un milagro y todos nos hacemos entender.

[...] Me aterra el malentendido, la destrucción del lector, lo que el que lee reescribe. Me da pánico que el que lee escriba otra cosa, otra idea. Me aterra que el que lee haga de mí un nuevo ser, una nueva persona, un nuevo escritor. (...) que me reconstruya y que me haga de principios o ideales que no tengo.

Me tranquiliza no tener control sobre eso, me calma y me relaja no saber quién es el que lee. Tiemblo también porque muchas veces quiero matar al que leo, porque lo que leo no me gusta. (...) Me tranquilizo. Tal vez el que lo lee lo disfruta y le gusta. Tal vez el que lo lee desconfía de mi firma. Tal vez el que lo lee lo reescribe y nunca leyó lo que quise escribir.

miércoles, 14 de julio de 2010

CADA VEZ MÁS TRANSPARENTE

Sos ese amor en serio para gente no tan seria.
Ese de conceder para permitir adoptar.
Ese de encomendar para dejar caer.
Ese de levantar para rastrear.
Ese de olvidar para procrear.
Ese de frenar para prosperar.
Ese de dejarse avasallar para compensar con paz.

Sos ese que no puede ser otro. El de mi longitud, volumen y regla.
Ese que en la playa y con espías, ignoró mi pesado morral y prefirió socorrerme.

TRAICIÓN-ERAS

Y una vez más fui útil para tu deleznable concepto de las relaciones: me usaste como verduga de tu conciencia porque no pudiste asesinar tu anterior ser usando tus propias armas.

Y con esa energía robada, reviviste lazos pasados.

Pienso en aquel asesino, doblemente asesino. Ese que no solo quita una vida sino que lo hace por la espalda.

No puede mirar a los ojos.
No soporta su reflejo en las pupilas de otro, por cierto, inocente.

Y si lo pensás, vos hace rato que no podés mirarme a la cara.

lunes, 12 de julio de 2010

LICENCIADA EN POUR LA GALLERY

Hacer la vista a un lado, el cuerpo a otro costado y el alma detrás, solo te llenó de culpa y ensanchó el abismo.

No habría que mirar la vida a través de lo pasado porque solo se consigue traerlo incansable para congelar el presente.

No tendrían que alimentarse los deseos para transformarlos en necesidades incumplidas. Eso es colmar el oeste de falsas promesas que solo desilusionan la conciencia de lo que todavía se busca llegar a ser.

No debería tampoco ignorarse lo que ya sucedió, porque no hacerse cargo es un acto irresponsable.

Pero sí habría que resignificar lo que ya dejó de existir para que renazca bueno en el futuro, una herramienta que no nos juegue de enemigo.

Hay cosas que yo nunca olvido (y es obvio que no haré) porque las metabolizo sin que me descompongan.

Miro el camino recorrido como un hecho sin retroceso que se compone de cosas rotas, rasgadas, desaparecidas o engrandecidas. Están todas ahí, quedan todas ahí. No vuelven por un acto de su voluntad, sino que yo las traigo para enfrentarlas al presente y así vean que nunca serán otra vez. Es mi forma de ganarles siempre la batalla.

Por eso, ahora conservo a flor de piel aquella vez en la que casi caigo por pisar un puente que estaba podrido y no respetaba a sus transeúntes. Sucede que eso me recordó que mi espíritu de supervivencia no se extingue, que mis sostenes son los de siempre y que los espejitos de colores no caben en mi mochila. Porque no se desprecia nunca a los que se entregaron a nosotros sin doble interés.

Y pude correrme del lugar de victimaria en el que te convenía ponerme, ahora más que nunca, más que siempre. Yo era tu mejor excusa, tu muro de los lamentos, tu río que lava las culpas. La justificación de eso que elegiste pero todavía te pesa y no sabés por qué.

Yo lo se pero no te lo diría, porque ya me convertiste en tu cabeza en algo que no soy. Y porque el orgullo te taparía los oídos para seguir filtrándote las verdades.

Y podrás usar el arte para decirte, porque te representa. Lo hace con su carácter intrincado, adaptable al criterio de cada persona, impredecible. Podrás usarlo para que los demás tengamos que vivir interpretándote, vivir suponiendo, sin saber qué esperar de vos porque nunca terminamos de conocerte (mientras vos, obvio, creés que el problema es la neurosis de los demás que se niegan a aceptarte).

Pero no podrás ser arte ni encarnarlo ni vivirlo, porque todavía no encontrás aquello que se debe representar: Ser vos por vos.

Por tus afectos. Por tus defectos. Por tus opciones. Por tus acciones. Por tus errores. Por tus aciertos. Ser por voluntad propia y no por lo que los demás no llegan nunca a ser con vos.

viernes, 9 de julio de 2010

MATRIZ

Es mi procedencia. Soy su edificación.

Soy fruto de su aliento, su vehemencia, su entusiasmo, su esperanza. Extensión de su principio, su germen, sus causas, sus fundamentos.

Es oda a la ilusión, garra de felina, fortaleza de gigantezca, entrega de diminutez.

Ascendencia y descendencia confluyen en mi y en ella. Somos un espejo y un contrapuesto. La desafié, la obedecí, la compliqué, me remedió.

Nada más puedo pretender allá en mi futuro que una porción de su entereza para ser quien se debe ser lejos de los clichés del facilismo.

Es mi madre, mi origen, mi mitad, mi entero. Ella me dio la vida, mi vida. Una de atacar, refutar, encarar, impedir, combatir, estorbar y neutralizar. Me mostró un camino, me abrió la jaula, soñó para mi y escondió sus lágrimas. Un sacrificio. Un despojo. Todo amor.

Fui quien quise, soy quien soy y seré todavía no se qué. Pero cuento con certeza entre mis pocos tesoros, su mano en mi corazón y su huella junto a la mía aunque no se lo pida, aunque crea no necesitarlas.

Es imperceptible y casi un huracán. Es fortaleza y fragilidad. Es pálida y morena. Es llanto y carcajada. Es exacta e imperfecta. Es contradicción. Es absolutismo. Es toda, pero toda y más que nada.. la más enorme mujer.

Te amo.
Feliz cumpleaños.

lunes, 5 de julio de 2010

TARDE DE ZORROS Y CUERVOS (HERIDA DE HUMANIDAD)

Siento un tufillo a rechazo y dscriminación que muere por explotar e invadir la ciudad toda. Bichos venenosos agazapados esperando ver a alguien tropezar solo por dos motivos:

1) La intolerancia ante el hecho de que un "inferior", alguien al margen del sistema, uno de una villa de por ahí de la que nunca debería haber salido, haya podido explotar un don y conquistar el mundo. No digieren el mensaje de aliento que significa que alguien desde tan abajo llegue tan alto. Es peligroso para sus planes.

2) Su propia incapacidad para conseguir algo con esfuerzo, vida y corazón. Es decir que si ellos no pueden superarse a sí mismos nadie a su alrededor deberá. Si ellos no pueden trascender desde una cuna de cierto privilegio ¿por qué puede hacerlo alguien que ni siquiera terminó la escuela?

Hay un desprecio total por lo que se tilda de "populista" y se transforma algo que eleva los espíritus de mucha gente, en supuesta pura mierda de la que solo come la gente sin criterio. Y yo de fútbol algo entiendo pero no creo que sea lo que acá se está juzgando. Esto se trata de ideologías, sistemas y bajadas de línea.

Los que fueron ayer a buscar la estocada final a la supuesta "humillación" de ese grupo de trabajo, volvieron a su casa con la cola entre las patas. Y ahora lo miran por TV, como vimos todos la televisación del morbo y el aprovechamiento que hicieron de él cuando más bajo había caído en su vida y estaba a punto de perderlo todo.

¿Por sus propias elecciones? Sí. ¿Él pagó los platos rotos? Sí. ¿Hizo apología de sus errores? No. ¿Hicieron los medios apología de la enfermedad y la omnipotencia? Como nunca.

Y cuando pudieron elegir entre dejarlo en paz para que se repare o treparse a los muros y aprovecharse de su nublado razonamiento, eligieron lo segundo. Y no solo eso, sino que además siguieron usándolo, esta vez como bandera de la mediocridad profesional de sus periodistas.

En lugar de humanizarlo demostrando que se puede salir y volver de los errores se pretendió evangelizar las buenas costumbres usando como ejemplo la piltrafa en la que nos convertiríamos si fuéramos como él. Quisieron que fuera la representación de todo lo que no se debe hacer sin reivindicar su lucha por mejorar y arreglar.

A esa gente que solo puede imponer su pensamiento cuando el "oponente" cae y está abatido les deseo un 0,1% de lo que este señor tuvo que vivir. Porque existen esos seres que no logran entender situaciones ajenas si no les tocan el propio pellejo. Gozan de una incapacidad total para la empatía, la piedad y la comprensión.

Lo que siento profundamente es que volvió un sentimiento de identificación y de satisfacción. Tantas personas reconociendo un esfuerzo es un gesto de construcción y perspectiva que no sentía hace mucho. Una recuperación del espíritu deportivo por sobre el espíritu competitivo; perder pero con convicción en las ideas; fomentar el trabajo en grupo capitalizando las singularidades en lugar de divinizarlas.

Comprendo que en una época de individualismo total a muchos les parezcan innecesarios la motivación y el buen clima pero confío en que es lo que llevará a buen puerto en esta época en la que todo intenta oler diferente.

Si no soportamos que se lo endiose, no esperemos que no se equivoque, que no tropiece, que a veces no acierte como si fuera - de hecho - una deidad. Con la mirada de un planeta todo sobre él, así tuvo y tiene que vivir. Yo no sería muy capaz de eso, creo, y aunque la mayoría de las elecciones que hizo para su vida no son las mismas que hubiera hecho yo, no puedo hacer la vista gorda ante un ser que pudo reverdecer tantas veces a pesar de las obstrucciones.

Es un ser humano. Como yo, como vos, como muchos. Humanamente somos iguales. Y pensemos si cada uno de nosotros es capaz de volver a nacer de esa manera. Juzguemos menos, hagamos más y encarguémonos de sembrar visión de futuro desde nuestra propia casa hacia afuera. Empecemos por nosotros y después ocupémonos de los demás.

sábado, 3 de julio de 2010

ACORDES DISONANTES


Compañías momentáneas. Relaciones por conveniencia. Afectos revividos. Acumulación de personas. Pasado dividido.

Multiplicidad de ramas. Escasez de raíces.
Abundancia de risas de vidrio. Sequía de hombros firmes.
Soledades rellenas. Presencias vacías.
Gula que los llevó a la estupidez.

Veo. Se reproducen. Invaden. Pero su carácter acaparador, aparentemente absoluto, no las convierte en verdaderas, únicas e irrepetibles.

viernes, 2 de julio de 2010

RECETA PARA DIGERIRTE A VOS MISMA (Tortilla de papanatas sin nada de huevo)

Quisiera que consigas un poco de criterio y lo coloques en un bol. Luego te pediría que lo mezcles con dos tazas de memoria, hasta que se integren de manera homogénea y que lo zazones a gusto (pero con moderación) con unas pizcas de identidad propia.

Hidratalo con tus lágrimas de cocodrilo y deja todo marinando en la mesada hasta que doble su volumen (más o menos como tu ego).

Mientras tanto, podés aprovechar para darte una ducha y lavar bien bien todas tus culpas.

Cuando veas que la mezcla levó lo suficiente, sacá la preparación del bol y hacé una esfera con toda la masa, tomando como referencia el bollo de inseguridades que tenés en tu cabeza.

Acto seguido aplastalo bien, así como hacés con la confianza que la gente deposita en vos, hasta obtener un círculo de 1 centímetro de alto por lo que se te cante de diámetro.

Calentá la grasa de tu discernimiento en una sartén a fuego fuerte y arroja la tortilla en ella sin piedad. Dorala vuelta y vuelta y cuando esté lista servila en un plato bien bien ostentoso.

Como guarnición prepará una ensalada con tus palabras y las sobras de ideología que tengas en la heladera y deglutitelo todo hasta el último bocado.

Como maridaje se aconseja un buen vino de misa, que complementará a la perfección este menú de hipocresía total.

Salud y que te aproveche.

miércoles, 30 de junio de 2010

DISTINTA, NO DISTANTE

La sustancia insensible solo me ubicaría entre eso que logré descartar y aquello que me juré nunca llegar a ser. Me lo prometí una sola vez y me lo recuerdo cada mañana. Sobre todo cuando sé que me toca resistir y consentir la viva imagen de la doble faz. Me rodea su cobardía y me toca amurallarme para detener la chabacanería.

No fui. No soy.
No seré eso que descubro en sus malas intenciones.
No me acomodo a las expectativas de todos.
No permito que me demanden lo que no constituyo.
Y no pretendo que lo entiendan. No es eso lo que persigo.

Porque no somos todos iguales. Y con esto no hablo de inferiores y superiores; no divido ni excluyo. Me refiero a los colores, una gama infinita de la que todos podemos elegir y mezclar. Con algunos combinamos de manera natural, con otro depende la circunstancia y con los últimos... nunca podremos ir juntos.

Y hay uno que no compone con ningún aspecto de mi vida; me deshago y evito el gris mezquino de la vulgaridad y el parné. Y no abogo con esto por la desunión y el quiebre sino por la desaparición de esas falsas verdades que transforman esencias, lavan consciencias y borran memorias.

SÚBITA PERMANENCIA

Sin estar esperando su visita indescifrable, porque hacerlo es comprarme un kilo de frustración, me llegó exultante cierta abundancia que muchos querrían y que yo siempre percibo rondar. No hablo de una abundancia terrenal sino que es de aquellas que nos colman con su sólo carácter etéreo.

Pienso también que es una construcción, intencional y también azaroza, pero no entregada en comodato a cambio de futuras decepciones.

Se muy bien que tanto se sube como se baja y así busco transitar y desandar la senda inconclusa. Siempre pienso en el carácter nivelador de la naturaleza y la búsqueda intrínseca del equilibrio que la caracteriza. Soy consciente y no enceguezco ante tamaño poderío.

Por eso prefiero este tipo de complacencia que me vuelve transparente, liviana y teñida de felicidad sin tener que por eso pagar las consecuencias unos pasos más adelante. Puedo usar las alas que a veces me hacen ángel sabiendo que cuando me las tenga que quitar caeré parada por mi propio peso. El peso de la convicción y el arraigo con la tierra que me encomiendan mis raíces. Es la paz de no haber empeñado la esencia y las propias palabras pasadas por un relleno burdo de mis espacios de incertidumbre.

Porque me aman, amo. Porque amo, me aman.Y se que si me toca detener el envión frente a visitantes inesperados hay paredones donde descansar y cepas para re-germinar.

lunes, 28 de junio de 2010

LA ALCANCIA HUMANA

Emergemos cuando dedicamos los momentos de preocupación más a los demás que a nosotros mismos.

La omnipotencia genera indiferencia sobre todo lo que rodea y quita la inspiración. Castra la potencia creativa. Elimina de nuestro sistema la sana incertidumbre que nos hace querer embestir la falsa idea del destino. Produce conformismo, ceguera intelectual y negación de los principios.

Es muy difícil que se alcance una determinación sana si los afectos son utilizados para limpiar las culpas de las acciones privadas e individuales. Eso es socializar por conveniencia. No se alimentan los lazos para que crezcan y procreen sino que se estrujan como trapos hasta obtener de ellos su sequedad total.

Si bien volverse cada tanto sobre el ego acerca a la verdad desconocida, desentenderse de los límites conduce al casillero de salida sin tiempo a digestiones preventivas. La excesiva reverberación de las intenciones particulares va mezclando caras y caretas y dan por resultado monigotes sin identidad.

Y para acrecentar la fatalidad, el consumismo como identificación, el dinero para matar el tiempo que enfrenta al ser con su conciencia, esa que alguna vez lo dejó sin sueño. Dejar que la materia sea el escudo infalible para las inseguridades no es aún tan pesimista y desmoralizador como pensar que todo se reduce sólo al propio yo. Y padecer ambos males solo deja como opción cruzar los dedos para que la naturaleza no retorne con su avalancha equiparadora.

Es que creo que cuando el individualismo es la sombra del dinero perseguido solo como suplencia de todo fundamento espiritual no queda más que convertirse en una cerda alcancía. Y nada más.

jueves, 24 de junio de 2010

CUANDO ALGUIEN DICE SIN SABER

Con el equipaje más que deshecho estoy en esta esperada y momentánea sistematización del absurdo. Porque más que desear el cambio realmente auguré la adaptación.

Y fui estoica.
Y creí.
Y confié.
Y llegó.
Y recibí.
Y entendí.


La predisposición para florecer necesita de raíces echadas con firmeza y de una mansa nutrición de la fuerza que nos trajo a este mundo.

Un momento de plenitud no es una consumación sino una senda. Nunca dejamos de buscarnos, nunca dejamos de hallarnos.

Conseguir un chasquido de bienestar nos nos hace magnos y subleva a los espíritus que no eligen la resignación.

Admiro a aquellos que no se creen absolutos porque conocen su propia particularidad y nunca dejan de considerar la ajena.

...Redundante espiral sin vueltas (de la que se habla en los cuentos
más absurdos)

Navel

IN-CRECIENDO

Hay más de una forma de alcanzar la mediocridad absoluta, pero hay una que es la que más lamento y es esa que incluye el desprecio.
Porque desinteresarse en la superación del propio espíritu es, al menos, un acto personal e inalienable. Es una autodestrucción de la que el individuo que se la provoca a sí mismo deberá pagar el precio.
Pero la altanería y la displisencia hacia los afectos me resulta lo más bajo. La ingratitud cierra puertas y entorpece los caminos de la superación.

Lo digo y miro hacia adelante. Busco complicidad o coincidencia. Solo veo cabezas gachas, miradas esquivas, falta de responsabilidad sobre las consecuencias de los propios actos.

Eso sucede generalmente con personas que se estancan a mitad de camino entre la niñez y la madurez, entre la inexperiencia y la superación. Ese rasgo de nuestra primera vida donde solo demandamos el afecto pero carecemos del concepto de compartir. Somos esponjas de atención y cuidado y no conocemos la culpa por no entregar nada a cambio.

Vale el espíritu infantil pero no infantilizado. Lo primero conlleva frescura, espontaneidad, sorpresa y aprendizaje. Lo segundo solo traduce inmovilización, falta de imaginación, regreso a lo que ya pasó pero no regresará jamás. Algo que se perdió, estancado detrás, y del que no se rescató nada para la posteridad.

Me queda, al verlos en su burbuja de nuncajamás, la paz de mi propio intento y la certeza de que existe en mucha gente el impulso y la vehemencia para rebasar los límites.
La calma de saber que podemos elevarnos más allá de lo que el azar propone e impone.
Solo nos queda encontrarlo en la naturaleza de grandeza de cada persona.

jueves, 17 de junio de 2010

IDEAS COMO LEYES


Muchos creemos que solo conviene la medianía y tememos que muerda a cualquiera que se escape de ella por alguna parte.

Mientras, hay algunos pocos que buscan dejar huella mientras tengan tiempo y espacio.

En honor a una persona que buscaba incesante un mundo más bello, posible por el potencial de cada una de las personas que lo habitamos.

Un ser que primero valoró lo que a él le fue regalado y supo después entregarlo a los demás en cuerpo y alma.

Los hombres mediocres, que no saben hacia dónde llevar su vida, solo pueden esperar tener otra vida más infinitamente larga.

miércoles, 16 de junio de 2010

LEJOS Y LEJANOS

Adoptar el camino más largo acorta distancias. Acerca nuestra limitada visión a realidades que no nos son propias. Nos empareja por un rato con aquellos que la tienen complicada por imposición.

Se trata de solo apoyarse en las pisadas de quien antes ya anduvo por ese camino. El esfuerzo de los ajenos debe acercarnos a lo propio de nuestra vida y temperar nuestros agobios.

Las elecciones, la compasión, saberse vulnerable, temerle al conformismo.

Todo me remite a un nuevo camino. Cada nueva mañana un nuevo inicio. Cada nueva decisión un nuevo yo.

La realidad es que el camino no es más largo, sino los pasos más cortos.

lunes, 14 de junio de 2010

DESCONCIERTO EN MI MAYOR (SOLO PARA CUERDAS)

Sin saber cuáles son los límites que los dividen entre ser gentiles y ser unos canallas, sucede a menudo que lo que comenzó como un simple afán por saciar una carencia urgente termina transformando a esas personas en entes viles, adictos y compulsivos. La pérdida de la identidad que les genera su avidez por conseguir más (por tenerlo todo para sí mismos) los lleva a transformarse en objetos de compra y venta tanto como lo son esos objetivos que avaramente persiguen con sus conductas acaparadoras.

El concepto del largo plazo los aburre, se relacionan tibiamente con el futuro. O llega la satisfacción ahora o reemplazan la pulsión por una nueva, que otra vez los dejará insatisfechos.

Hay tanta hipocresía en sus interpretaciones que no pueden distinguir entre lo que ellos ven de la realidad y lo que desde afuera se les impone como criterio realista. Así son pragmáticamente serviles ante un sistema que necesita de su pérdida total del sentido de responsabilidad del otro para transformarlos (imperceptivamente) en aficionados al individualismo.

Son utilitarios de un círculo vicioso que repelen pero que a la vez retroalmientan y generadores de sus propias paranoias de las cuales no pueden responsabilizarse más tarde.

Se desacreditan a sí mismos, cambian de vínculos tanto como de principios y les resulta más fácil desecharse que reciclarse. Se dejan coaptar creyendo que son ellos quienes toman las decisiones, sin reparar en la recurrente frustración que los lleva a una pobre valoración sobre sí mismos.

Cada vez es más corto el recorrido entre su criterio de hoy y el que vendrá dentro de un rato. Y así, en poco tiempo, serán tantas personas a la vez en un solo minuto que estallarán confundidos, no sin antes asegurarse de culpar a los de afuera.

Estas personas creen manejar los códigos de un método de vida eficaz e intentan imponerlos, comunicarlos como la última y única verdad, inconcientes de su propia ceguera. La construcción de la autoestima en base a la cercanía o no a esta falsa idea de realización personal es regodearse en la desgracia.

Saber decir que no. Saber poner el límite. Saber que lo que nuestra entraña nos dice en primera instancia seguramente tenga que ver con lo que menos nos lastimará.

Para mi ellos son paredes, por las que yo construyo puertas y atravieso sin mirar atrás.

Que se guarden donde mejor les quepa los espejos de colores y que se tomen un té mientras piensan cómo explicarán a sus hijos un proceder semejante.

miércoles, 9 de junio de 2010

CAPITALISTA

Ordenando los estantes, quitando el polvo ofuscado, adquiriendo convicción y descartando dudas inútiles.
Discrepando para atinar, refutando para hechizar, adiestrando para espigar.

Sacando provecho de los útiles pálpitos.

Desatendiendo torpes vacilaciones me dirijo a ese lugar, al que siempre vuelvo, el que nunca me deja. Con mis personales incertidumbres, que las hice mías tanto como a mi propia vida, crezco solamente para desconocer. Para ser inconsciente. Para nunca dejar de serlo.

Incomprensión propia de mis intentos por ver detrás del muro de los lamentos, sin dejar de saltar para no aburrirme jamás.

Porque no estaba acá, y acá es donde llegué pero no es acá donde voy a continuar.

Discurriendo aleccionada, ya sin desbordes ni llantos que ahoguen, sin mochilas estériles que desmoralicen el caudal de lo que está por venir.

Es así como podrán verme.

Tal vez impropia pero nunca propiedad ajena.

martes, 8 de junio de 2010

FROG FROM ANOTHER HOLE

Sapo de otro pozo: Sí

Víbora de ese pantano: Ni por toda la plata del mundo

Sin miedo a resvalarme con mi propia suciedad porque está donde debe estar.
Ni esparcida alrededor ni acumulada dentro mío. Sólo donde debe estar.

jueves, 3 de junio de 2010

EN EL MEDIO... NADA

Estar en el cielo y el infierno al mismo tiempo es haber aceptado ser desintegrado, derretido y evaporado.

Convertirse en la propia nube, ser la propia lluvia y la propia inundación.

Sumergirse y ahogarse.

No trascender por elección.

Todo esto a cambio de un efímero instante de falsa y verde vida. De días más cortos que esa persistencia en la indefinición.

Porque estancarse en la puerta de la bifurcación nos lleva a ser aplastados por una horda de convicciones ajenas.


No todas las oportunidades son trenes de un solo viaje.

Algunas son túneles por el que podemos pasar sin ocasión para retroceder.

viernes, 28 de mayo de 2010

CONTRA-ADICTIVO

¿Cuánto tiempo está un ser humano predispuesto a desperdiciar? La rosca de la culpa se acopla a la inactividad y construye engranajes perfectos para un sistema que teme al cambio y calca actitudes, una sobre otra, una sobre otra...

El remordimiento es, en su anatomía, una sucesión amorfa de palabras vacías si no muestra en acciones una mínima elevación de espíritu.

Es en su esencia, inconducente mientras no persiga evitar la repetición y aliviar el desconsuelo.

Y es de trato peligroso cuando tiene cara y careta; la imitación fidedigna del altruismo... benevolencia interesada.

Solo volutas de insustancial discurrimiento bajo el que simulamos ser catedráticos del misterio de la vida mientras que al mismo tiempo no podemos reconocernos como seres apasionados, capaces de dar forma, aunque más no sea, a una vaga respuesta a nuestra incertidumbre.

Somos seres disonantes. En ciertas oportunidades, holgazanes. Por momentos, amorfos. En ocasiones, autodestructivos. Mayormente, inquisidores.

Esporádicamente, somos capaces de procrear milagros.

Pero claro, más fácil es mirar la pared rota y lamentarse que enfrentar el espejo y, luego del espanto, reedificar y engrandecerse.

jueves, 20 de mayo de 2010

CULPAHABILIDAD

¡Oh, indigno ser humano, rata espantosa! ¡Eso soy! ¿Cómo puedo ser así..? No tengo perdón...

Decirse causante excusa a los faltos de oficio en el arte del buen juicio (del buen juicio sobre sí mismos, obvio). Su incapacidad para cambiar la realidad que los somete los vuelve ciegos por conveniencia, fríos por temor e inoperantes por obligación.

La cueva de la victimización es su mejor coartada ante el reclamo del régimen que encauza el sano vivir.
Pura cobardía disfrazada de altruismo quiere ocultar una total inconsciencia del otro y así pretenden limpiar las culpas en sus mediocres cavilaciones post facto.

Inmaduros y medrosos, pocas veces merecen la bendición del desafío y la oportunidad.
Ante tantas otras personas que atesoran la existencia que les ha sido dada son estos especímenes los que me hacen desear el inexorable equilibrio de la sabia naturaleza.

La potencia creadora no es para cualquiera pero sí lo es para muchos el arrojo del intento.
Qué carente es no variar por costumbre.
Qué miserable es no temer al universo y su sentido de la equidad.

miércoles, 19 de mayo de 2010

CÍCLICAMENTE INMUNE

Un septeto en el aire, en ese estado que se ubica entre el miedo a saltar y la seguridad de aterrizar del otro lado del abismo. Esa sensación volátil, mezcla de miedo y expectativa. Sensual, depuradora y con un dejo de malsanidad.

Ahora terminó.

Pasa recurrente, deambula semioculta y experimento en esos momentos un morboso disfrute. Ya son parte de una dinámica a la que llamo "Conservación de las raíces".


A veces la veo llegar y no quiero evitarla. Es un mazoquismo iracundo que busca la superación enfrentándose cara a cara con sus eternos pavores.

Otras veces lo busco, echo sal en mi herida y la observo hasta que se reconstituye. Es un mazoquismo sanador y libertario que destituye el mandato de los deterioros ajenos.

Pienso en la solidez de mis orígenes como un contraveneno para los males del camino a la culminación; y así no permito que lo impuesto y no elegido atraviese las fronteras de mi pacífica comarca.

jueves, 13 de mayo de 2010

HIPOCRATÍA


Es más fácil es ver la turbulencia en el ojo ajeno que el delirio existencial en el propio.


Porque donde manda el tono indigno no manda otro cumplimiento que el de la ingratiud.

miércoles, 12 de mayo de 2010

EL PRECIO INJUSTO


Así como vienen las olas a apisonar las orillas, el mar del tiempo vendrá un día efervescente de nobleza.


La paciencia es el mejor conjuro para hacernos invisibles antes los ciegos de criterio.


La espera es el único punto donde la esperanza y la inquietud se reconcilian por la pericia del dejavu y la convicción de un sano futuro.