miércoles, 26 de marzo de 2014

ABUR


Tiene el equilibrio perjudicado.
Confiar en su memoria del tiempo y el espacio fue una mala opción.
No se puede bailar al ritmo de un espectador indiferente sin terminar con los músculos afligidos.

Ahora será un rato de quietud. Un ruido callado. Un nudo elongado.

Y después lo mismo de siempre.

Chantarse la sonrisa.
Trenzarse con la frustración.
Zarparle la lata.
Y moverse para no esfumar.