viernes, 9 de julio de 2010

MATRIZ

Es mi procedencia. Soy su edificación.

Soy fruto de su aliento, su vehemencia, su entusiasmo, su esperanza. Extensión de su principio, su germen, sus causas, sus fundamentos.

Es oda a la ilusión, garra de felina, fortaleza de gigantezca, entrega de diminutez.

Ascendencia y descendencia confluyen en mi y en ella. Somos un espejo y un contrapuesto. La desafié, la obedecí, la compliqué, me remedió.

Nada más puedo pretender allá en mi futuro que una porción de su entereza para ser quien se debe ser lejos de los clichés del facilismo.

Es mi madre, mi origen, mi mitad, mi entero. Ella me dio la vida, mi vida. Una de atacar, refutar, encarar, impedir, combatir, estorbar y neutralizar. Me mostró un camino, me abrió la jaula, soñó para mi y escondió sus lágrimas. Un sacrificio. Un despojo. Todo amor.

Fui quien quise, soy quien soy y seré todavía no se qué. Pero cuento con certeza entre mis pocos tesoros, su mano en mi corazón y su huella junto a la mía aunque no se lo pida, aunque crea no necesitarlas.

Es imperceptible y casi un huracán. Es fortaleza y fragilidad. Es pálida y morena. Es llanto y carcajada. Es exacta e imperfecta. Es contradicción. Es absolutismo. Es toda, pero toda y más que nada.. la más enorme mujer.

Te amo.
Feliz cumpleaños.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué belleza! no sé porq pero lo leo y me identifico...
Con q facilidad describís la escencia y el ser... y el querer ser