Ese dolor envenenado sale desde tu interior ensordecido.
En este país imaginario construido de espejos, vestido de imágenes donde los otros son siempre vos... La pregunta es ¿y a ti misma... cómo te llamas? ¿te reconoces en eso que ves? ¿puedes captar en la imagen de los otros la tuya propia?
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