Quisiera que consigas un poco de criterio y lo coloques en un bol. Luego te pediría que lo mezcles con dos tazas de memoria, hasta que se integren de manera homogénea y que lo zazones a gusto (pero con moderación) con unas pizcas de identidad propia.
Hidratalo con tus lágrimas de cocodrilo y deja todo marinando en la mesada hasta que doble su volumen (más o menos como tu ego).
Mientras tanto, podés aprovechar para darte una ducha y lavar bien bien todas tus culpas.
Cuando veas que la mezcla levó lo suficiente, sacá la preparación del bol y hacé una esfera con toda la masa, tomando como referencia el bollo de inseguridades que tenés en tu cabeza.
Acto seguido aplastalo bien, así como hacés con la confianza que la gente deposita en vos, hasta obtener un círculo de 1 centímetro de alto por lo que se te cante de diámetro.
Calentá la grasa de tu discernimiento en una sartén a fuego fuerte y arroja la tortilla en ella sin piedad. Dorala vuelta y vuelta y cuando esté lista servila en un plato bien bien ostentoso.
Como guarnición prepará una ensalada con tus palabras y las sobras de ideología que tengas en la heladera y deglutitelo todo hasta el último bocado.
Como maridaje se aconseja un buen vino de misa, que complementará a la perfección este menú de hipocresía total.
Salud y que te aproveche.
6 comentarios:
muy bueno!!! te inspiraste en alguien en especial???? jajaja
La Negra
Obvio!!! Jaja. No creo de todas maneras que se haga cargo, pero qué más da, ¿no? Te quiero negraaaaaaa
YO SI QUE ME HAGO CARGO, LO QUE NO ENTIENDO ES PORQUE HABLAS DE MI!!!
JAJAJA
BESOS PAYASA
Jajajajaajaja
Qué lindo poder descargarse con tanta gracia...
Te amo Seelie!
Te amo Hepatalgino!!!
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