miércoles, 27 de febrero de 2008

ESPERANDO

El fragor de la conquista, inspira.
El placer de lo obtenido, relaja.
(No es que lo diga porque comparta, sino porque resulta una verdad irrefutable)

Nunca entenderé eso del romanticismo posmoderno, que me lleva a pasear a veces cerca de las puertas de la resignación (puede ser también mi irremovible carácter femenino)


Sólo se que no se nadar (en esto de las aguas danzantes de empatarse, ¿no?)
Digo sin eco
Miro sin reflejo
Toco el aire vacío
y descubro que para volar no me sirve cualquier cielo.
Y que amo los misterios de la vida, por eso odio ser un caso ya resuelto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La conquista es una lucha que se sostiene día tras día.
Busca el eco, el reflejo.
No siempre están en el mismo lugar.
Juguemos.

NaveL. dijo...

Siempre tan intangible...

Te quiero nenita.

Seelie dijo...

Tus te quieros sinceros, como los quiero.

Yo te adoro Navel.