miércoles, 18 de mayo de 2011

BARAHUNDA INTERIOR


Ovillada y altiva, así alterno los minutos.
Y cuando encuentro eso que se encuentra sin buscar, reformulo los esterotipos y vuelvo a medir el impacto.

Entro y salgo del molde.
Cuando me aprieta, me escapo.
Salgo y me deformo.
Y vuelvo a entrar.

Abro los ojo y enceguezco.
Se acalambran mis pestañas.
Se saturan y empapan.
Y me dejo parpadear.

Impido mis pensamientos.
Se revelan y retuercen.
Después los emancipo.
Y vuelvo a desplegar.

Muchas palabras ya están en el viento. Otras en el aire. Otras las clavé como balas en su sien.

A ciertas consternaciones las arreglan los besos.
A otras, la inacción.
Vivimos todos sumergidos en esta dupla bestial.

martes, 10 de mayo de 2011

PRIMERA EDICIÓN!



LA COLOMBINA SE HIZO LIBRO!
PIDA SU EJEMPLAR A $20 QUE SE AGOTA!

martes, 15 de marzo de 2011

EL PLACER DE LO QUE NO SOY

Una persona que busca irritar constantemente es, por lo menos, narcisista. Se dedica a provocar y medir la paciencia del otro. Ese es su parámetro de la importancia que tiene para la mirada externa.

Lamento los días en los que registro su presencia y lamento regalarle mi vulnerabilidad para el regocijo de su sadismo hipócrita. Cuando no subo las barreras dejo que pase su porquería, dejo que desordene mi humor. Le permito desplegar su cola de pavota real y me olvido de encender mis defensas.

Siempre, sin embargo, llega un tiempo de salir, de alejar, de recuperar la perspectiva. Y en ese tiempo es cuando sobreviene la tranquilidad de reconocerme plena, porque se da vuelta la taba, porque es ella la que se transforma en medida: la medida exacta de lo que no soy.

Y todo lo que me convierte en su opuesto, reconforta profundamente mi alma.

miércoles, 9 de marzo de 2011

MENZA



El pobre resultado de una vida servida en bandeja te nubla el valor del esfuerzo ajeno y sobrevalora tus acciones.

Lamentos glotones. Rebeldía vacía. Vara obsecuente. Avaricia sobresaliente.

Cocorita de pacotilla. No confundas tus bajezas con brillantes elecciones.

Tu insistencia en arruinar, opacar o menospreciar el espacio del otro solo me deja pensar que no sabés ni donde estás parada. Perdida en la vida, te irritan los pies de plomo. No creo que hayas descubierto qué lugar te pertenece, qué esencia te da la vida. Y eso, estoy segura, debe ser perturbador.

Yo soy impulsiva, intempestiva, avasallante, inoportuna, improcedente. Soy todo lo miserable que el mundo quiera.

Pero algo nos diferencia y no lo dejo de celebrar: Yo no escondo mis porquerías, yo no velo mis desechos.

lunes, 7 de marzo de 2011

QUEJARSE DE LLENOS

No puedo ya evitar. Solo puedo asumir y reformular.

La idea de libertades individuales es claramente vaga e inconclusa en momentos en los que las decisiones personales se transforman en un camino para victimizarse. La felicidad pierde su sentido porque se usa como daga para clavar en el golpe bajo, y todo aquello objetivamente bueno es ahora excusa para sentirse damnificado.

Detesto las excusas baratas sin un dejo de introspección y sinceridad con los que conocemos el origen real de esas explicaciones.

Y me rapta un segundo maldito de confusión. Y me reconecta con mi egoísmo. Y critico lo que yo misma estoy haciendo.

Y me salva un segundo heroico de dignidad. Y me muestra la esencia de las buenas intenciones. Y celebro la diferencia entre mi camino y aquel otro.

Las cosas florecen aunque no quieran, porque sus raíces son inevitables. Y las personas emergen por la inercia de su propia esencia. Los embusteros, los doble faz, los reales, los imaginarios. Todos, tarde o temprano, mostramos nuestros destellos y nuestras sombras. Y esas exhibiciones de individualidad arman el mapa con el que caminamos junto y a través de los demás.

Entiendo que nunca voy a impedir lo que para mi vara es injusticia y siempre existirán los seres ventajeros, pero me codea cómplice la coherencia, que es amiga de mi paz interior.

La vida sin esperar lo que el otro no quiere ni puede dar, ofrece caminos más llanos y directos. Y las decisiones egoístas de hoy, son un bártulo más en la mochila de los inconcientes de toda desconsideración.

PAREN LAS ROTATIVAS

Ya vengo. Ya vengo. Estoy midiendo la distancia entre mi concepto de justicia y mi criterio de autovaloración.

lunes, 21 de febrero de 2011

BRILLO INEXACTO


Contoneos, pavoneos, embustes oscilantes
Sinsabor de lo frustrado, favor de los mandantes
Llenando silencios para anclar su alma hueca
Disimula los infundios de su pobre cavilar

Futil fusil que dispara vacío
Disfraza con tapujos su eficiente vanidad
Cara y ceca de lo trashumante
Teme fervorosa la ignorancia de uno más

Comandante y amante
Cachetada y candonga
Necedad y torpeza
Impostura y pavor

Ceremonias paganas de espejos que adoran
Huellas que se borran con los guiño sin fulgor
Un espíritu que grita buscando miradas
Porque hace un tiempo que sabe cuánto se perdió

Nada me subyuga menos que alguien que no vive pero pretende descollar.

lunes, 7 de febrero de 2011

HARDFACE

Así como existen las mañanas en las que uno empieza con humores indescifrables, más tarde existe el segundo en el que nos damos cuenta de por qué. Y si bien es alivianadora la clarificación de un mal día, también es perturbante darse cuenta de que una vez más nos hicieron caer.

Tengo muchísima consciencia de mi carácter y forma y aunque traté de moldearme por años, hay cosas que nacen en las raíces y me llegan hasta las ramas; cosas de las que me alimento para ser como soy y que si no existieran, desaparecería.

Y tal como soy lúcida ante mi propia esencia, lo soy con la de algunas personas. Y lo que más me alborota y amotina es que mi capacidad para filtrar sus malintencionadas pretenciones se vuelva a vulnerar y rendir ante sus artimañas.

No me considero imbécil, pero otra vez vengo a pecar de crédula. Lo que puedo rescatar de cada situación de estas, es que en cada una de sus reiteraciones el tiempo entre mi ignorancia y mi entusiasmo es cada vez más corto; y eso me permite avanzar con la esperanza de que un día no habrá tal brecha porque lo podré detectar o, al fin, convivir con ellas.

Por lo pronto conservo un dejo de indignación mientras vuelvo a repetirme que el origen de mis momentos de felicidad se originó en ese segundo en el que decidí no esperar más peras del olmo.

Y también, por el momento, puedo hacerme cargo de mis decisiones y, por consiguiente, no ocultarlas. Es más fácil dormir tranquilo cuando nuestras mejillas, nuestros ojos, nuestra nariz, nuestro mentón... cuando nuestra cara es blanda.

domingo, 12 de diciembre de 2010

FUEGO INAPELABLE


Arde en la profundidad de una entraña.

Arde como tristeza de amor.
Arde como infierno prometido.

Como herida salada, como deseo rojo, como eterna esperanza.

Chispa. Llama. Fuego encendido.

Abrasa enroscada en la pasión y achicharra sin piedad a los que suprimen todo lo ajeno.

La libertad es calor y vehemencia. Corre por las venas, arterias de sangre humana, ríos de la madre tierra.

Es inevitable desearla, es inevitable temerle, es inevitable adorarla, cuidarla y engrandecerla.

Es infame negarla, es infame cegarla, es infame encerrarla, apagarla y atarla.

Hay libertades que duran lo que un fósforo, otras lo que una fogata y otras lo que la eternidad de un alma. Solo la atizan o estimulan los espíritus que batallan entre el amor y la discordia.

Leguas de fuego separan a los intrépidos cariñosos y humanamente igualadores de los excitados represivos y los entusiasmados mezquinos.

Ser humano es igual a ser libre. Ser libre es igual a ser valiente.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

EL DÍA DESPUÉS DEL DÍA

Un ventarrón, que corría escapando del estancamiento, abrió en su desesperada estampida la puerta que las manos del tiempo habían cerrado. Fue de golpe, sin presagios, sin un mísero minuto para desempolvar la desconfianza. Y quedó a la vista, tal como se reabre una herida y se dispone a sangrar, lo que había allí escondido.

En esa habitación alguien había guardado hace años los vestigios de una tristeza. Lágrimas de almohada, ilusiones en harapos, vendas para corazones, antifaces para traicionar, fotos de lo que ya no existe, nudos en la panza. Todo en frascos, todo etiquetado, todo en un perfecto orden sin lugar para la confusión.

En un momento de esplendor apagado habían sido el equipaje del alma de una mujer fragmentada. Una que antes de fugarse tuvo que quemar las promesas del repentinamente desconocido. Una que se arrastró por caminos llenos de incertidumbre, se alimentó de lo que encontraba, se adaptó a los climas que le tocaban en suerte hasta el día que encontró aquel lago. Ese fue el primer día, después del día de todos los días, en que se permitió apoyar el equipaje en el suelo. Viendo que estaba liviana se movió casi sin pensar y corrió a la orilla. Vio su reflejo en el agua y se reconoció por fin. Era otra y la misma. Era la misma pero mejor. Construyó paredes, talló una puerta y guardó todo lo que estaba en su equipaje en ese recóndito gran cofre. Echó el candado. Y se echó a andar.

No quería nunca más volver a verlo. No quería ya más sufrir.

(Continuará)