Contoneos, pavoneos, embustes oscilantes
Sinsabor de lo frustrado, favor de los mandantes
Llenando silencios para anclar su alma hueca
Disimula los infundios de su pobre cavilar
Futil fusil que dispara vacío
Disfraza con tapujos su eficiente vanidad
Cara y ceca de lo trashumante
Teme fervorosa la ignorancia de uno más
Comandante y amante
Cachetada y candonga
Necedad y torpeza
Impostura y pavor
Ceremonias paganas de espejos que adoran
Huellas que se borran con los guiño sin fulgor
Un espíritu que grita buscando miradas
Porque hace un tiempo que sabe cuánto se perdió
Nada me subyuga menos que alguien que no vive pero pretende descollar.
1 comentario:
Ser y parecer. Vidas que se van queriendo ser algo, sin saber nunca que fueron en realidad. En la época de lo inmediato, donde lo trascendente no está de moda, aspirar a ser es casi revolucionario. Y ser alguien que deja huella, es una revolucion.
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