Nos une carne y hueso; inexorablemente vendrá una oscuridad a llevarnos. Pero... no todos somos iguales.
Algo anda mal, algo falló; hace días que desaparece la identidad. Coreografía y todos al mismo compás. Frontispicio y aspecto anteceden el encuentro, impiden la equivalencia, filtran la uniformidad.
Antología y desemejanza, todo en uno. Vale doble. Más es mejor. Si es mejor... ¡qué les importa!
Una aplanadora mira de arriba, avanza y derriba. Un ojo observa, apunta... ¡Dispara!
Carne, piel, ego y vacío. Reducción infinita de la decencia humana.
No somos todos lo mismo pero no podemos evitar la coincidencia. Sólo importa lo que por los ojos entra.
3 comentarios:
Hola hermosa. Te amo! escribis tan lindoooo
me desperte con la extraña necesidad de visitar estas tierras.
dejo semillas de otras galaxias.
Te amo yo también.
Y te extraño
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