Desconocer lo próximo nos mantiene atentos, nos relaciona profundamente con lo que nos es más cercano. Un corazón, una mente, una piel, una huella.
Quizás lo real es lo impalpable; y lo arcano y recóndito pierde verosimilitud en su imposibilidad de ser mostrado.
Aquello que rehúye nos ata, nos impulsa a la búsqueda, nos mantiene vigentes. Es el camino del mortal; sin búsqueda no hay existencia.
El misterio es magia, angustia, sustancia, maña y travesura. Y hay que soportar la amargura de la incertidumbre para asomarnos al vértigo del descubrimiento.
La certeza de que no existe nada cierto. Es una cadena que libera.
2 comentarios:
Volviste con todo sister!
¿Hacia dónde te mudaste?
Venite a vivir a Mar del!!
besos
Wooo! Sera por eso que "ando" distraido???
Besos pequeña
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