martes, 12 de febrero de 2008

ENCONCIENCIA

Así como el dolor es un reconocimiento de nuestra humanidad, también lo es el miedo. Y caramba que el miedo duele.


Es que nos acerca a las puertas de una inestabilidad despojante. Nos desviste frente al espejo de la mirada del otro, nos oxida la armadura de espíritu valiente.


¡Qué hipócritas podemos ser con nuestra propia conciencia! Como si pudiéramos negar su esencia censora. ¡Qué doble impocresía! ¡Que confirmación de la contradicción del hombre!

Reconozco el miedo como parte de mi, atravieso el dolor que ese miedo me convida y sumergida en ellos, me reconozco viva.

Hay algo de lo que darse cuenta, y eso es que así despojados, cargaremos menos peso en la escalada del destino.

Cada paso es un trazo que se dibuja en dirección al lugar donde estaremos mañana. En una hora. En un segundo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bueno reconocer sin miedo que tenemos miedo aunque dé miedo el intento! En fin, el miedo es el nombre que le damos a una familia de sentimientos que nos hace bien reconocer y compartir.
Besos, Seelie

Seelie dijo...

hola Negra!
sos hermosa, te adoro, y te extraño mucho.

besos

seelie