La vida es un minuto me dijeron. Yo pienso que también es un segundo.
Ella estaba divina, con su nuevo pelo rubio y su sonrisa de siempre. Porque siempre sonreía, siempre. Y tenía un amor. Y atesoraba esperanzas.
Pero pasó eso. Casi más rápido que la luz, como un rayo, la vida. Y después espanto y un silencio de cuestionamientos.
Me aferro a una Fe que me mantiene entera pero no termina de explicarme la lógica de esta justicia. Los límites, las razones y menos, los sinsentido.
Porque ella ya no está, mierda, y no se supone que así debiera ser.
Ahora se con certeza algunas cosas: que nadie compra su destino, que oportunidades son las de ahora y que es inaceptable vender la vida.
No tenemos nada más que hacer, absolutamente nada más, que vivir.
1 comentario:
como te quierooo!!!
que la pases lindo en tus tierras!!
yo desde aca cuido este cielo.
mucho amor princesa.
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